Una de las causas que explican la cada vez más escasa microbiota🦠 de las poblaciones occidentalizadas (nosotros)🙋🏼♀️ es la falta de contacto con la naturaleza, los animales y la menor exposición a parásitos.
Sin embargo, en la actualidad seguimos viendo las llamadas «lombrices» y, con el aumento creciente de viajes a países subdesarrollados aumenta la infestación por parásitos.
En la imagen podéis apreciar 1 de los cuadros más bonitos que he tenido recientemente en consulta. Casi 50 años después de vivir en África (cuando inicia los síntomas digestivos) y con una clínica más que evidente de intolerancia a la fructosa, la primera pregunta que nos hicimos fue HAY QUE PREGUNTAR AL «ORÁCULO DE LAS CACAS» 🔎💩
Y…efectivamente, las heces pusieron de manifiesto un parásito propio de países con condiciones sanitarias deficientes. Un reto para nosotros, que prácticamente la conocemos en los libros.
La 𝙂𝙞𝙖𝙧𝙙𝙞𝙖 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙖𝙡𝙞𝙨 vive en el intestino delgado, donde se adhiere deteriorando las microvellosidades y las celulas de la mucosa. En este caso, un síndrome malabsortivo por deterioro del receptor 🄶🄻🅄🅃-5 de la fructosa.
⏳ Será un camino probablemente largo, ya que es un parásito 🦎que se puede «esconder» en la vía hepática.
👩🏼⚕️ Sin duda los casos +bonitos para la ciencia🧫 son los más complejos para nuestros pacientes. Ojalá seamos capaces de vencer a este bichejo 🤞 que tantos dolores de cabeza ha dado a nuestra 𝘮𝘪𝘤𝘳𝘰𝘣𝘪𝘰𝘵𝘢 buena🦠.